¡Alégrate,
el Señor está contigo!
EVANGELIO DEL DÍA
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Jn 6, 68
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Domingo, 26 de Setiembre de 2021
DOMINGO 26° DURANTE EL AÑO
Números 11, 16-17a. 24-29 / Santiago 5, 1-6
/ Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
Salmo Responsorial, Sal 18, 8. 10. 12-14
R/. "El Señor es mi apoyo verdadero"
Santoral:
Santos Cosme y Damián, San Nilo, San Isaac Jogues,
San Sebastián Nam, Santa Teresa Couderc,
Santas Lucía Kim, Catalina Ni y Magdalena
Tuyo y Beato Gaspar Stanggassinger
LECTURAS
DEL DOMINGO 26 DE SETIEMBRE DE 2021
DOMINGO 26° DURANTE EL AÑO
¿Acaso estás
celoso a causa de mí? ¡Ojalá todos fueran profetas
en el pueblo del Señor!
Lectura del libro de los Números
11, 16-17a.
24-29
El Señor dijo a Moisés:
«Reúneme a setenta de los ancianos de Israel -deberás estar
seguro de que son realmente ancianos y escribas
del pueblo- llévalos a la Carpa del Encuentro, y
que permanezcan allí junto contigo. Yo bajaré
hasta allí, te hablaré, y tomaré algo del espíritu
que tú posees, para comunicárselo a ellos».
Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego
reunió a setenta hombres entre los ancianos del
pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la
Carpa.
Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés.
Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él
y lo infundió a los setenta ancianos. y apenas el
espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar
en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo.
Dos hombres -uno llamado Eldad y el otro Medad-- se habían
quedado en el campamento; y como figuraban entre
los inscritos, el espíritu se posó sobre ellos, a
pesar de que no habían ido a la Carpa. Y también
ellos se pusieron a hablar en éxtasis.
Un muchacho vino corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con
estas palabras: «Eldad y Medad están profetizando
en el campamento».
Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante de Moisés,
intervino diciendo: «Moisés, señor mío, no se lo
permitas».
Pero Moisés le respondió: «¿Acaso estás celoso a causa de mí?
¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del
Señor, porque Él les infunde su espíritu!»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL 18, 8. 10. 12-14
R. Los preceptos del Señor alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
R.
La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.
R.
También a mí me instruyen:
observarlos es muy provechoso.
Pero ¿quién advierte sus propios errores?
Purifícame de las faltas ocultas.
R.
Presérvame, además, del orgullo,
para que no me domine:
entonces seré irreprochable
y me veré libre de ese gran pecado.
R.
Las riquezas de
ustedes se han echado a perder
Lectura de la carta de Santiago
5, 1-6
Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que
les van a sobrevenir. Porque sus riquezas se han
echado a perder y sus vestidos están roídos
por la polilla. Su oro y su plata se han
herrumbrado, y esa herrumbre dará
testimonio contra ustedes y devorará sus
cuerpos como un fuego.
¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final!
Sepan que el salario que han robado a los que
trabajaron en sus campos está clamando, y
el clamor de los cosechadores ha llegado a los
oídos del Señor del universo.
Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se
han cebado a sí mismos para el día de la matanza.
Han condenado y han matado al Justo, sin que él
les opusiera resistencia.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
El que no está
contra nosotros está con nosotros.
Si tu mano es
para ti ocasión de pecado, córtala
a
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Marcos
9, 38-43. 45.
47-48
Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba
demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo
porque no es de los nuestros».
Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer
un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
Y el que no esta contra nosotros, esta con
nosotros.
Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber
un vaso de agua por el hecho de que ustedes
pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que
tienen fe, sería preferible para él que le ataran
al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al
mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te
vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos
manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu
pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque
más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser
arrojado con tus dos pies al infierno.
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más
te vale entrar con un solo ojo en el Reino de
Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al
infierno, donde el gusano no muere y el fuego no
se apaga».
Palabra del Señor.
Reflexión
NUESTRA MISIÓN ES CONSTRUIR UN MUNDO MÁS HUMANO
1.-
Liberar de
esclavitudes.
Cada domingo tenemos que estar dispuestos a
interpretar, actualizar y hacer vida en nosotros
la Palabra de Dios. ¿Qué significa hoy día
profetizar y echar demonios? Es profeta aquél o
aquella que “testimonia”, es decir es testigo de
una experiencia de fe que ha transformado su vida.
Es profeta el creyente que analiza críticamente la
realidad y denuncia aquello que no se ajusta con
la dignidad humana y con el Evangelio de Jesús de
Nazaret. Profetiza quien es capaz de transmitir
esperanza en un mundo desesperanzado. Hay falsos
profetas que se regodean en el anuncio de
desgracias, que sólo ven lo negativo. Otros dicen
lo que conviene a cada momento con el fin de
alagar a la autoridad o mantenerse en el poder a
cualquier precio. El auténtico profeta se
distingue por su coherencia de vida. Echar
demonios hoy es liberar de esclavitudes y de todo
aquello que deshumaniza.
2.-
A favor del ser
humano. En el
Libro de los Números Moisés desea que todo el
pueblo reciba el espíritu del Señor: “¡Ojalá que
todo el pueblo del Señor fuera profeta!”. Jesús no
impide que otros hagan el bien en su nombre, más
bien lo estimula. El objetivo es establecer y
construir el Reino de Dios en este mundo. Muchas
personas, sin saberlo, son cristianos anónimos.
Son personas que luchan para que los Derechos
Humanos se respeten en el mundo, comprometidas con
las ONG y otras asociaciones benéficas. Nadie debe
tener el monopolio de hacer el bien, como tampoco
nadie tiene el monopolio de la gracia que Dios
regala, ni siquiera la Iglesia. El esfuerzo del
cristiano a favor de la justicia y de la paz debe
unirse al de otras organizaciones que persiguen el
mismo fin: hacer un mundo más humano. Nosotros lo
llamamos Reino de Dios, o “civilización del amor”
(Pablo VI). Otros hablarán de “un mundo mejor”. Da
igual, lo importante es que se haga realidad la
voluntad de Dios de que todos los hombres vivamos
como hermanos. Jesús reprueba la actitud de sus
discípulos. Jesús rechaza la postura sectaria y
excluyente de sus discípulos y adopta una actitud
abierta e inclusiva donde lo primero es liberar al
ser humano de aquello que lo destruye y hace
desdichado. Fuera de la Iglesia católica hay en el
mundo muchos hombres y mujeres que hacen el bien y
viven trabajando por una humanidad más digna, más
justa y más liberada. Hemos de sentirlos como
amigos y aliados, nunca como adversarios. No están
contra nosotros, pues están a favor del ser
humano, como estaba Jesús.
3.-
Tienes una misión…
Jesús denuncia el abuso, el maltrato y el mal
ejemplo dado a los niños. La sociedad está muy
sensibilizada ante el maltrato de los menores de
edad, pero nuestros niños están hoy más
desprotegidos y amenazados que nunca por el
bombardeo de unos mensajes que destruyen su
inocencia. Hay muchos escándalos: uno de los
mayores es que permanezcamos impasibles ante la
lacra del hambre y de la injusticia que lo
provoca. Y lo peor de todo es la “justificación” o
la connivencia con situaciones injustas. Santiago
en su carta utiliza palabras duras, los Padres de
la Iglesia también denunciaron con palabras
severas la injusticia. Hoy sigue habiendo pobres,
no hace falta más que ver las colas que se forman
en las oficinas de empleo, o en los despachos de
nuestras Cáritas parroquiales. Hay falsos
cristianos, que defraudan el jornal debido al
trabajador, que regatean el salario justo al
inmigrante desprotegido o le niegan cualquier tipo
de seguro. Eliminemos de nuestra vida nuestras
inconsecuencias y, sólo entonces, dejaremos de
escandalizar. Nuestra misión es construir un mundo
más humano. El Papa recordaba en la JMJ de Río de
Janeiro que un cristiano sabe que la felicidad “no
es andar por la vida dormido o narcotizado”, sino
entregarse a los demás. Es decir, levantarse del
sofá, “ponerse los zapatos y salir a caminar por
senderos nunca soñados siguiendo la “locura” de un
Dios que nos enseña a encontrarlo en el
hambriento, el sediento, el desnudo, el enfermo,
el preso, el inmigrante, o el vecino que esta
solo”. Tu familia, tu comunidad, la parroquia, el
mundo te necesita ¿Estás dispuesto a salir de ti
mismo para acompañar, compartir y ayudar al que te
necesita? Esta es tu misión...
José María Martín OSA
www.betania.es
LOS CRISTIANOS ANÓNIMOS PUEDEN SER TAMBIÉN
SALVADOS POR DIOS
1.-
En aquel tiempo dijo Juan a Jesús: Maestro, hemos
visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se
lo hemos querido impedir, porque no es de los
nuestros. Jesús respondió: no se lo impidáis… el
que no está contra nosotros está a nuestro favor.
Esta conducta
del apóstol Juan, cuando quería que Jesús
prohibiera a los “que no eran de los nuestros”
hacer milagros en nombre de Jesús, así como la
actitud de Moisés, en respuesta a su ayudante
Josué, en la primera lectura, permitiendo a Eldad
y Medad que profetizaran aunque no estuvieran en
la lista de los setenta ancianos que el mismo
Moisés había dado, me ha hecho pensar a mí en los
miles de personas que, sin haber conocido nunca a
Jesús, pueden salvarse. Se trata, en expresión de
Karl Rahner, de los cristianos anónimos. Con esta
expresión de cristianos anónimos Karl Rahner se
refería a los millones de personas que habían
nacido antes de Cristo y a los millones de
personas que, habiendo nacido después de Cristo,
no habían llegado a conocerle, por razones
étnicas, culturales, religiosas, o por cualquier
otra razón. Karl Rahner defendía que estas
personas si obran de acuerdo con el evangelio de
Jesús, aunque no lo conozcan, pueden ser salvados
por Dios. La verdad es que el mismo Concilio
Vaticano II lo dice claramente: Los que sin culpa
propia ignoran el evangelio de Cristo y de su
Iglesia y, sin embargo, buscan a Dios con sincero
corazón y se esfuerzan, bajo la influencia de la
gracia en cumplir en sus obras la voluntad de Dios
que conocen mediante la voz de su conciencia,
pueden alcanzar la salvación eterna. (Lumen
Gentium, 16 y Gaudium et Spes, 22). Creo que es
bueno saber todo esto para poder responder a los
cristianos que siguen insistiendo que “fuera de la
Iglesia Católica no hay salvación posible”. Todas
las personas somos hijos de Dios y no es posible
entender que una persona de buena voluntad que se
esfuerza en pasar por la vida haciendo el bien y
cumple en la práctica el mandamiento de Jesús de
“amar a Dios y al prójimo como Cristo nos amó”
pueda ser condenada por un Dios justo y
misericordioso. Esforcémonos nosotros, los
cristianos que hemos tenido la suerte de nacer en
una familia y en una cultura cristiana, de ser
fieles a nuestra conciencia cristiana, de pasar
por la vida haciendo el bien y de cumplir de
palabra y de obra el mandamiento de Cristo de amar
a Dios y al prójimo como el mismo Cristo nos amó.
2.-
Ahora, vosotros,
los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias
que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida
y vuestros vestidos están apolillados… El jornal
defraudado a los obreros que han cosechado
vuestros campos está clamando contra vosotros…
Condenasteis y matasteis al justo; él no os
resiste. Las
palabras tan duras del apóstol Santiago contra los
ricos corruptos, que han conseguido su riqueza a
base de explotar a sus empleados y jornaleros
están muy de acuerdo con la maldición de Jesús a
los ricos, (Lc 6, 24). Un cristiano que no condene
explícitamente a los ricos corruptos y
explotadores no puede llamarse discípulo de Jesús.
Y las palabras de Jesús, del apóstol Santiago y de
muchos otros profetas bíblicos, debemos
aplicárnoslas también cada uno de nosotros, aunque
no seamos económicamente millonarios. Cualquiera
de nosotros que abuse de su superioridad civil,
política, o personal, en el trato con los que son,
civil, políticamente, o personalmente, o de
cualquier manera que sea, inferiores a él, es
corrupto y está explícitamente condenado por las
palabras bíblicas contra los ricos corruptos. Todo
discípulo de Cristo debe luchar con todas sus
fuerzas contra esta desigualdad social y económica
en la que, actualmente, vivimos en esta sociedad
nuestra del siglo XXI. Y no miremos exclusivamente
a nuestra sociedad en general; mirémonos cada uno
de nosotros a nosotros mismos en nuestras
relaciones con los demás.
Gabriel González del Estal
www.betania.es
NO CERREMOS LOS OJOS
Si el domingo pasado el Señor nos invitaba a ser
los primeros en servir, hoy a una con el
Evangelio, intuimos dos indicaciones en nuestro
caminar como cristianos:
- Reconocer el bien (venga de donde venga y lo
haga quien lo haga)
- Huir de aquello que pueda herir sensibilidades
1 .Dios, nos lo recuerda el Vaticano II, no es un coto cerrado o
un privilegio de unos pocos. Nosotros, y le damos
gracias por ello, hemos tenido la suerte de
conocerlo a través de la Iglesia; lo escuchamos y
lo meditamos en la Palabra; lo saboreamos en la
Eucaristía. ¡Cuántas veces no lo hemos sentido
vivo y operante en diversos momentos, aquí, en
esta gran familia que es nuestra iglesia
universal!
Por cierto, al decir Iglesia Universal, estamos en consonancia, y
damos un acorde perfecto, con el evangelio que
acabamos de escuchar. El término universalidad
define, perfectamente, lo que Jesús quiere y desea
de nosotros: buscar más lo que nos une, que
aquello que nos separa.
No creo que nos encontremos en esa cerrazón o suspicacia que el
evangelio denuncia. La mayoría hemos sido educados
en la tolerancia o en el respeto a los demás y,
precisamente por ello, tal vez sufrimos más por el
hecho de que hermanos nuestros no descubran que,
la fuente de la bondad está en Dios, y no por el
hecho en sí, de que hagan o dejen de hacer obras
buenas.
No hay peligro de clasificación en bandos. Debiéramos de
interrogarnos sobre el por qué no hay muchísima
más gente dispuesta a hacer el bien; a pregonar y
defender la justicia; a calmar los ánimos de un
mundo que se debate y se desangra en guerras
ideológicas o económicas.
Esa es la gran interpelación que, tal vez el evangelio de hoy,
nos suscita: ¿Por qué no hacemos más, y a más
gente, el bien? ¿Por qué no se orienta y se educa
–desde la universidad o desde el colegio– al
creyente y no creyente, al agnóstico o al ateo, a
encauzar esfuerzos, medios y creatividad hacia el
bienestar de los demás y no solamente hacia el
propio?
2. No seamos ilusos. A menor vivencia religiosa existe un serio
peligro de tibieza a la hora de ejercitar la
solidaridad y la caridad. Lo cual, por supuesto,
no significa que siempre –los de casa– lo forjemos
todo santo y bueno y, los de fuera, todo mal.
--Hoy
no podemos permanecer con los brazos cruzados ante
la que nos está cayendo. Los cristianos masacrados
especialmente en Irak y Siria, el drama de los
refugiados que clama al cielo (y con los que no
sabemos qué hacer y dónde colocarlos), la trata de
personas (mujeres y niños) que el Papa Francisco
ha pedido en Naciones Unidas que sea considerada
“crimen contra la humanidad” y un largo etc…reclaman.
--Hoy
damos gracias al Señor por muchas cosas. Sobre
todo
por el hecho de estar construyendo su Reino en la
medida de nuestras posibilidades; unos lo harán
desde la música, otros desde la catequesis o como
sacerdotes, otros integrados en distintos
movimientos eclesiales, algunos más apoyando el
abundante campo social que la iglesia tiene y
cuida, otros como animadores de la liturgia o en
las diferentes tareas pastorales. ¡No caigamos en
la tentación de pensar que “lo nuestro” es lo
único válido ante los ojos de Dios, o la panacea
ante los retos que nos plantea la nueva
evangelización!
En definitiva, lo del evangelio de hoy, “quien no está en contra
nosotros, está a favor nuestro”. Otro pelo nos
luciría si, en vez de mirar lo que los demás
hacen, hiciésemos un esfuerzo renovado y redoblado
por vivir y enseñar aquellos caminos que conducen
a la auténtica felicidad, al amor y a la alegría
que produce el encuentro personal con Jesucristo.
Javier Leoz
www.betania.es
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